Ahorro económico en el consumo energético
La mejora del aislamiento térmico, la instalación de sistemas eficientes de climatización y el uso de energías renovables permiten reducir significativamente las facturas de luz y calefacción, con ahorros que pueden superar el 50% en algunos casos.
Mayor confort térmico y acústico
Una rehabilitación energética mejora las condiciones interiores del edificio: temperatura más estable en invierno y verano, eliminación de corrientes de aire y mayor aislamiento del ruido exterior, lo que se traduce en un mayor confort para los ocupantes.
Revalorización del inmueble
Los edificios rehabilitados energéticamente aumentan su calificación energética y, por tanto, su valor en el mercado inmobiliario. Esto es especialmente relevante para alquileres y ventas, ya que los inmuebles eficientes son más demandados.
Reducción de emisiones y mejora ambiental
Disminuir el consumo energético implica una menor dependencia de combustibles fósiles, lo que se traduce en una reducción directa de las emisiones de CO₂. Esto contribuye a mitigar el cambio climático y mejora la sostenibilidad del entorno urbano.